Como todos los años y en esta tierra de sol, el calor llegó
y con él las vacaciones, las terracitas y disfrutar del tiempo con familia y
amigos, de la playa, del agua, las chancletas y los pintauñas.
Uno de los mejores medicamentos para nuestras dolencias tanto para el cuerpo, mente e incluyendo el
alma es el disfrutar de la playa, pero no en las horas de más calor y no como
chuleta en el asador, sino con paseos
relajantes donde el sonido de las olas entrando por el pabellón acústico va
acunando nuestro sistema nervioso. Un paseo de bienestar por la orilla de la
playa donde la arena mojada realizará un ligero masaje en la planta del pie,
descargando las tensiones musculares, estimulando los mecanoreceptores del
sistema nervioso de la planta de pie y
proporcionando un peeling, eliminado viejas células acumuladas. El ir y venir
de las olas refrescará el pie y calmará la abrasión del terreno, más el agua
salada del mar es antiinflamatoria.
Ese paseo que eliminará el estrés acumulado del estrecho
calzado de invierno, hará que la bomba del arco plantar se ponga en marcha y
mejore la circulación sanguínea.
Sin dejar de hablar del sol que ilumina nuestro ser,
activará la vitamina D, pues es muy importante para nuestra salud y nuestros
huesos. Esta ayuda a absorber el calcio poniendo fuertes los huesos, los
músculos y el sistema inmunitario, pero
también para que nuestro cerebro transmita mejor los mensajes a cada parte del
cuerpo. Aparte de ser un antidepresivo natural.
Poco
hay que hacer con el calzado, pues en su mayoría es poco funcional, por ir poco
sujeto el pie dentro él. Hay que tener unas consideraciones a la hora de elegir
el calzado de verano, que pasará por materiales nobles ( cueros, esparto,
etc.), nada de plástico y menos cuando vamos a realizar paseos de un tiempo
razonable. Este calzado debe estar
sujeto en el antepie y en el talón, pues si no los dedos de los pies tienen que
engarrarse para poder levantar el calzado del suelo.
Lavar bien los pies, no solo la planta de los pies, sino entre los dedos, enjuagar y un buen secado por las mismas zonas mencionadas antes. Aplicar un crema hidratante al finalizar el día con un leve masaje, pues el pie es muy agradecido y nos proporciona nuevos pasos al día siguiente, transportándonos allá donde queramos.
Embellecer los pies está de moda, la colocación de lacas,
geles y demás para ver nuestros pies llenos de alegría y de colores hace que
nos sintamos más contentos, pero ojo con cabeza.
¿Qué le ocurriría a nuestra cabeza si le colocáramos una bolsa
de plástico oscura durante unas horas?
Nada bueno verdad! Pues a nuestras uñas igual. Así que hay
que dejar libre de lacas y demás un par de días a la semana, quitar bien el
pintauñas y aplicar aceite con un pequeño masaje en las uñas.
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